sábado, 21 de marzo de 2009

Desconocido

Los tumultuosos espacios
que rodean tu cuerpo de metal,
donde santificas el horror de la locura y
la muerte,
donde la lujuria se detiene en el juicio
cristiano de la modernidad castrada
de tu inocencia mancillada,
donde los hambrientos de hambre
se consumen en estrepitosas ciudades de
plástico, cargadas de cintas magnéticas
que delatan tu identidad oculta,
oculta para ti mas que nadie,
oculta para tu corazón sin manchas
donde tu libertad esclava de tus
emociones y reprimida por los
jueces de la cordura no logran
encabritar ni tus sentimientos ni tu sexo,
sólo ahí solo me encuentro en
tu mirada dulce y temerosa,
en tu silencio amoroso,
en tus ganas exhaustas.

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