"Yo silbare bajito, me morderé los labios, de tanto haberte esperado y seguir haciendolo
"Yo silbare bajito, me morderé los labios, de tanto haberte esperado y seguir haciéndolo..." J.C.Baglietto.
Una melodía de jazz suena mientras las araucarias o las araucas se mesen por ese viento frió que baja de los nahuel, que buen sonido, hacen que mis pies se muevan en la rebeldía intelectual de siglos y mis dedos avanzan a través de las letras siguiendo el sincopado con sutileza.
Yo no escucho el conrintellado, ni leo al lucho jara, o quizá al revés que igual da lo mismo, pues mientras M. Davis hace sonar su trompeta el viento que alimente estas notas, el fuego con rabia consume tus bosques que no son tuyos, ni son milenarios. Usurpados se han quedado.
Si te quedas escuchando All Blues, sentirás el movimiento de tus caderas, moviéndose al ritmo de la vida. Hay tus caderas, sensuales y ardientes que bailan una danza árabe desde tu vientre desnudo y yo sigo ensimismado desafiando la cordura en una melodía de temas sincopados.
No me mires ni me busques si solo persigues la verdad, esa cosa ya no la tengo y la perdí hace muchos años, ahora solo tengo gustos mal escritos, notas perdidas en cualquier parte, un equipo de música con Coltrane, Matheny, Davis. Miles, sonando a cada rato y un poco de algo más.
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